La Lipoaspiración, al igual que otros procedimientos quirúrgicos, lleva implícita ciertos riesgos y la ocurrencia de complicaciones, que son impredecibles e inevitables, a pesar del esfuerzo y cuidado del equipo médico, y que en algunos casos limitan la posibilidad de lograr los beneficios asociados al tratamiento. Todos los pacientes deben firmar una Consentimiento Informado antes de la operación, donde aprueban ser sometidos a la cirugía especificada habiendo comprendido completamente el procedimiento a realizar y todas sus posibles consecuencias.
Esta cirugía puede contemplar las siguientes complicaciones específicas, las cuales son pero no se limitan a:
- Sangramiento (hematoma, equimosis)
- Infección (superficial, profunda)
- Daños estructuras profundas (nervios, vasos sanguíneos, músculos, pulmones, órganos abdominales)
- Quemaduras
- Pérdida de áreas de piel (necrosis)
- Apertura de herida operatoria (dehiscencia)
- Retardo en la cicatrización
- Pérdida de la sensibilidad cutánea
- Necrosis grasa (induración y firmeza de ciertas zonas)
- Acumulación de líquido (seroma),
- Cicatrización defectuosa (anchas, pigmentadas, hipertróficas, queloideas),
- Asimetrías e irregularidades del contorno (pliegues, depresiones, abultamientos).
- Reacciones alérgicas (tela, suturas, pegamentos, derivados de la sangre, drogas tópicas o inyectables)
- Trombosis venosa profunda (coagulos en la sangre venosa)
- Embolía Pulmonar (por coagulos o grasa)
- Complicaciones cardíacas (infarto, insuficiencia, arritmias)